No-code: la herramienta que puede ayudar a cerrar brechas de género

No-code: la herramienta que puede ayudar a cerrar brechas de género

Herramientas digitales que no requieren programación por parte de sus usuarios/as pueden ser el siguiente gran catalizador de la autonomía financiera de las mujeres peruanas que deciden emprender.

“Perú, país de emprendedores”, es algo que vemos en comerciales de televisión muy seguido. Y es cierto, Perú es un país con una tasa de emprendimiento alta a nivel mundial (somos el tercer país con más espíritu de emprendimiento, 1), y la cara de este espíritu es predominantemente femenina. De hecho, el estudio “Perfil del Emprendedor del Bicentenario” realizado por Ipsos en el 2021, reportó que al menos el 60% de las personas que emprenden son mujeres (2). Actualmente, más del 50% de las empresas creadas formalmente son lideradas también por mujeres (3). Lo que viene ocurriendo desde hace ya 5 años es que las mujeres están alcanzando a los grupos de siempre en sus aspiraciones empresariales y se perfilan como el grupo con mayor potencial para impulsar la economía empresarial.

Precisamente, emprender permite a las mujeres acceder a fuentes de ingreso propias. A su vez, esto hace mucho más fácil que no dependan de los ingresos familiares o de sus parejas, que tengan muchas más oportunidades de desarrollo e independencia, y continuar realizando actividades o proyectos propios que favorezcan su autonomía. En pocas palabras, emprender es una oportunidad para cerrar las brechas de género que afectan, especialmente, a aquellas mujeres en situaciones vulnerables a violencia de género donde la dependencia económica es un factor de riesgo alto.

Teniendo esto en cuenta, esta descripción del perfil del o de la  Emprendedor/a del Bicentenario, que ya sabemos es mayoritariamente femenina, adquiere un significado con potencial de impacto social en la igualdad de género que no deberíamos dejar pasar desapercibido. Y esta descripción es que una de las características más relevantes de las emprendedoras está dispuesta a digitalizarse o ya utiliza herramientas digitales para sus negocios. Por ejemplo, WhatsApp parece ser la herramienta más popular para las emprendedoras peruanas: al menos 60% de ellas usa la aplicación para realizar ventas o recibir pedidos, según el reporte de Ipsos.

¿Qué puede tener esto que ver con las herramientas no code?

El “no code” es un movimiento social y tecnológico que no necesariamente implica la ausencia de código (4) y con la que interactúan las personas usuarias a través de una interfaz que solo requiere hacer click, deslizar, pegar y publicar. ¿No te suena? Acá van algunos ejemplos: Google Forms, la herramienta para hacer encuestas gratis de Google Suite, es no-code. Si alguna vez has hecho una encuesta o has tenido que construir un formulario para recoger información de terceros, has utilizado una herramienta no code. Otro buen ejemplo, aprovechando el tema de las emprendedoras peruanas, es justamente WhatsApp.

Es extremadamente probable que, durante la pandemia, algún negocio de Instagram o Facebook con el que hayas querido interactuar te haya enviado un número de WhatsApp: algunas veces manejado directamente por una persona, pero (y cada vez esto es más común) también por un bot que te despliega un menú de opciones (“1) Hacer un pedido 2) Ver catálogo 3) Revisar estado de mi orden. Selecciona un número para poder atenderte”. De hecho ya te ha tocado algo así. Tal vez has querido revisar la oferta de un emprendimiento que te interesó en Tiktok y has tenido que hacer click en un “linktree” o te ha llevado a una página web simple, pero moderna y efectiva. Pues todo esto es no-code. Plataformas como Carrd, MailChimp, Survey Planet… Todas son no-code y, por eso, aunque no lo creas, ya eres parte de esta movida digital que busca democratizar el acceso a la programación sin necesidad de escribir una línea de código.

¿Por qué decimos que el futuro de la autonomía económica de las mujeres puede ser “hackeado” con no-code? Aquí algunos argumentos a favor de visibilizar esta movida tecnológica para las emprendedoras y aquellas mujeres que buscan serlo:

  • Porque su funcionalidad no conoce límites: aplicaciones y plataformas no code pueden ser utilizadas por cualquier industria y en prácticamente cualquier proceso.
  • Porque hay diversidad de precios y accesibilidad: las hay para organizaciones buscando simpleza (por ejemplo, usar Google Forms o Survey Monkey es muy intuitivo), así como hay unas conocidas como “low code”, que requieren algo más de familiaridad con tecnología. Hay herramientas gratuitas, como Monday.com, que te permite gestionar los tiempos y proyectos de un equipo de trabajo pequeño (hasta 2 personas en el plan free) y otras con suscripciones. Y hay herramientas no-code que permiten mejorar nuestros espacios de trabajo para hacerlos más inclusivos (y eficientes), como Otter.ai, que genera transcripciones automáticas y en directo de una llamada en Google Meets.
  • Porque pueden ser la oportunidad de cambiar la visión de una organización a una mucho más integrada con la tecnología, donde se puede identificar a determinados perfiles en el personal que pueden convertirse en “citizen developer”. De acuerdo con Gartner, un “citizen developer” es una persona en la organización que crea aplicaciones o herramientas para consumo de la propia empresa o terceras personas, no necesariamente en el equipo de TI, sino un ciudadano o ciudadana de a pie en el equipo de trabajo que se acerca y utiliza estas herramientas no-code para lograr una serie de objetivos en el negocio o área (5).
  • Porque son el elemento favorito para digitalizar e impulsar el crecimiento de cualquier negocio en la era post-pandemia.

El principal reto para que más emprendedoras accedan a “hackear” sus negocios e impulsar su crecimiento a través de la digitalización con no-code es básicamente el mismo con el que nos enfrentamos cuando hablamos de acceso a la tecnología y género. En un post anterior, mencionamos que al menos el 57% de las mujeres no tienen acceso o no han accedido a Internet. En el caso peruano, un estudio de Unicef en el 2020, señaló que hasta la pandemia, solo el 54.4% de las mujeres peruanas usaba Internet (6). Si hablamos del sector rural, sólo el 18.7% de mujeres, en comparación al 26% de los hombres. Acceder a Internet es esencial para poder explotar las herramientas no-code y otras TIC útiles para los negocios. Por eso, el compromiso por parte del sector público y privado para ampliar el acceso a Internet y reducir la falta de alfabetización digital es esencial para que las emprendedoras (y quienes buscan serlo) puedan aprovechar la oferta de herramientas no-code y, de paso, tener más oportunidades para alcanzar su autonomía financiera.


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(1)  https://www.ipsos.com/sites/default/files/ct/news/documents/2021-01/global-entrepreneurialism-2021.pdf

(2) https://sudaca.pe/noticia/emprende/emprendedor-bicentenario-este-es-su-perfil/

(3) https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/segundo-trimestre-demografia-empresarial-2022.pdf

(4) https://www.gartner.com/en/newsroom/press-releases/2021-02-15-gartner-forecasts-worldwide-low-code-development-technologies-market-to-grow-23-percent-in-2021

(5) https://www.gartner.com/en/information-technology/glossary/citizen-developer

(6) https://www.unicef.org/peru/media/12096/file/Resumen%20Ejecutivo:%20Estudio%20sobre%20Brechas%20digitales%20de%20género%20en%20población%20adolescente.pdf