Liderazgo, diversidad e inclusión: ¿Por dónde comienzo?

Liderazgo, diversidad e inclusión: ¿Por dónde comienzo?
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Una pregunta que frecuentemente me hacen las organizaciones es cómo comenzar a trabajar en temas de diversidad e inclusión. Usualmente, su propuesta inicia por contar con una política de diversidad e inclusión y luego capacitar al personal. Estos pasos son correctos -y fundamentales- en un proceso de trabajo en temas de diversidad e inclusión. Sin embargo, es vital que no solo se piense en aquello que podemos hacer como organización, como los pasos previos, sino que consideremos la importancia de involucrar al personal en este proceso de cambio.

Este proceso, sin duda, debe iniciar con un trabajo con el liderazgo: es fundamental contar con líderes y lideresas comprometidos y comprometidas con los principios de las organizaciones para que estos lleguen a todo el personal. Este acercamiento del liderazgo en temas de diversidad e inclusión debe estar enfocado en las acciones que estas personas pueden/deben tomar de cara a promover prácticas de diversidad e inclusión dentro de sus espacios de trabajo.

En este sentido, proponemos tres grandes pasos para que los líderes y lideresas puedan enfocar sus esfuerzos:

1.- Identificar el problema: para poder trabajar en la mejora de un problema, es fundamental conocerlo. Sin embargo, este paso que puede parecer evidente suele ser muy difícil de asumir, para los líderes y lideresas aceptar un problema de este tipo puede ser un reto. Por ello, es importante que puedan plantearse la pregunta ¿por qué son los temas de diversidad e inclusión importantes para mi equipo? ¿Cómo mejoraría el clima laboral y el desempeño de mi equipo tener una cultura más equitativa e inclusiva? Es importante recordar a los/as líderes y lideresas que  trabajan en diversidad e inclusión por qué es lo correcto, pero también por qué no hacerlo tiene un impacto directo en la forma en la que sus equipos producen, ya que los equipos de trabajo menos diversos tienen mayor  dificultad para atraer y retener talento, tienen menos creatividad y trabajo colaborativo o en equipo.

2.- Centrarse en las soluciones: es importante que los líderes y las lideresas se enfoquen en aquellos problemas y soluciones que están al alcance de sus manos, es decir, aquellos que realmente ellos y ellas pueden solucionar. Algunas preguntas que pueden ayudar con este punto son: ¿Qué puedo hacer usted para abordar los problemas que acabo de identificar? ¿Qué puedo hacer yo para reflejar los valores de inclusión y pertenencia?

3.- Toma acción: luego de haber identificado el problema y pensado en las soluciones que efectivamente pueden tomar, los/as líderes y lideresas deben tomar acción y ser vocales en materia de diversidad e inclusión, ¿cómo?

  • Comunicando: hablar con los equipos y explicar los retos, las acciones a tomar y los resultados que esperamos.
  • Haciendo seguimiento y evaluación del progreso. no dejemos las acciones actuar por sí solas, es necesario monitorearlas y ver si estamos logrando los resultados esperados.
  • Repite el ciclo. No basta con tomar acciones una sola vez, esto debe ser un proceso constante de autoevaluación y acciones coherentes.

Estos tres pasos harán que los mensajes y esfuerzos de las organizaciones puedan llegar al personal a través del liderazgo. Recordemos que un liderazgo comprometido hará que el mensaje cale en las personas y que las políticas organizacionales tengan un efecto real en las personas.